Destino abierto en la mochila arrastrada,
Varios cuerpos, cambian su forma, cambian su numero, cambian su rumbo
y el mismo es hombre en todos ellos,
en la busqueda latinoamericana, 
en las excusas para encontrar un rincon de tierra propio,
el alma encarnada en alguna lucha,
con los pies descalzos en la calle caliente,
caminando con gritos, con risas dibujando la muda soledad
y puedo verlo, abrazarlo, 
en pocas horas entregarle mi vida en sus incertidumbres:
¿Quien soy? En la comodidad de Cusco
¿Qué quiero ser? En la turbulencia de Buenos Aires.

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